Las bolas de Bichat son cúmulos de tejido graso que se localizan en la zona de las mejillas. Su efecto estético es el de conferir a la cara un aspecto redondo, en cierto modo infantil, pese a que sus portadores mantienen un peso correcto y no sufren de sobrepeso. Esto implica cierta percepción exterior de indefinición en la cara que la gran mayoría de los pacientes que decide operarlas desea eliminar.
La intervención para quitar las bolas de Bichat es, por tanto, totalmente estética y voluntaria, dado que no tienen ningún efecto nocivo en la salud ni repercuten en nada más allá de lo meramente visual. Es por esto que este tipo de operación se asocia normalmente a la rinoplasta o la mentoplastia, dado que el resultado, al final, es una operación estética.
La consecuencia de la intervención es un rostro más afinado, conforme a estándares estéticos relacionados con la juventud, y unos pómulos y mejillas más estilizados.
Qué se consigue quitando las bolas de Bichat
Como hemos dicho, se trata de una intervención estética que consigue una angulosidad facial bastante apreciable. De hecho, realza los pómulos y define la mandíbula.
La intervención es simple y breve, apenas 45 minutos. Y se realiza con anestesia local a través de una incisión intrabucal con la que se extirpan las bolas de un modo muy sencillo. Lo que se extrae es la grasa que se acumula en la mejilla; algo que, dependiendo del caso, es más o menos llamativo. Esta grasa no tiene ninguna función orgánica por lo que su eliminación no produce el más mínimo cambio funcional o repercusión en la salud.
Una vez retirada la grasa de la mejilla, la recuperación es muy rápida. En apenas 24h se puede hacer vida normal y los puntos caen por sí solos en los siguientes 10 o 15 días. La cantidad que se suele extraer varía de una persona a otra, pero, por norma general, ronda entre los 4 y 8 gramos. Una vez extraídos es imposible que la grasa se regenere o que provoque problemas en los tejidos de la piel de la cara, exceso de piel o descenso en los tejidos. Se trata de una de las intervenciones estéticas más seguras que existen.
Esta operación es, por tanto, una de las más comunes a nivel estético en pacientes jóvenes que desean estilizar sus pómulos, mejillas y contorno de cara. Es algo menos común en personas de edad avanzada que han perdido tejidos faciales. Además, la eliminación de las bolas bichat no es invasiva, cura con enorme facilidad y ofrece resultados muy notables.
Cuando habría que someterse a una bichectomía
Se recomienda en personas delgadas de cualquier sexo que mantienen un aspecto redondeado en el rostro típico de la niñez que les da un aspecto poco definido. La bichectomía, como se conoce a la operación para extirpar las bolas de Bichat, confiere un aspecto facial más delgado y estilizado.
Los usuarios más comunes de este tipo de intervención no invasiva son aquellas personas que, por gusto y estética, desean estilizar más su rostro, acentuando los pómulos y hundiendo un poco las mejillas.
